lunes, 18 de junio de 2012

Siguiendo con la cuestión del patrimonio histórico-artístico y su protección, hoy me hago eco de uno de los protagonistas del panorama cultural estas últimas semanas: el famoso claustro de Palamós.



No entraré a valorar la obra, puesto que a pesar de que las expectativas son muy altas lo cierto es que hasta el momento son todo hipótesis y por tanto hemos de esperar la realización de estudios concluyentes para hablar de un más que posible gran descubrimiento en la Historia del arte español, muy próximo a Silos.

Sin embargo se me antoja como excelente excusa para plantear  algunas interesantes cuestiones:

1- ¿Queda aún patrimonio histórico-artístico por descubrir?
2- ¿ Es este un caso insólito? o acaso ¿ es una realidad más común de lo que parece?
3- ¿Está nuestro patrimonio protegido?

A la primera de las cuestiones, rotundamente sí. En mi opinión aún queda mucha historia del arte por descubrir y por redescubrir.

Cada día que pasa contamos con más medios y con una mayor conciencia del patrimonio y de su valor, con todo ello teorías o atribuciones que hace años parecían irrefutables hoy pueden dar un gran giro, no olvidéis el hito que marcó hace unos meses el descubrimiento de la famosa copia de la Gioconda  en el Museo del Prado.
Así que sí, aún queda historia del arte por escribir.

A la segunda, me temo que no, que este no es un caso insólito. Existen muchos bienes patrimoniales en fincas privadas, en algunas ocasiones accesibles a los expertos e incluso al público , no obstante no es lo más habitual y en la mayor parte de los casos es un patrimonio no sólo inaccesible sino también desconocido.

En mi opinión, la propiedad puede pertenecer a un particular, si bien, el valor de la obra y la información de ese patrimonio es un bien de todos.

Especialmente llamativo fue el caso del magnate de la prensa estadounidense William Randolph Hearst, quien compró en 1925 el claustro, el refectorio y la sala capitular del monasterio de Sacramenia (Segovia) por 40.000 dólares (unas 280.000 pesetas) y el refectorio, la sala capitular, el dormitorio de novicios y parte del claustro del monasterio cisterciense de Óvila (Guadalajara) por 55.000 dólares (unas 390.000 pesetas).
Dichas construcciones se antojaron al capricho del magnate, para el cual el dinero no era ningún problema, y fueron desmontadas y embaladas piedra por piedra en 11.000 cajas que embarcaron desde España con rumbo a Nueva York. Su destino inicial era California, no obstante Hearst debió perder su interés inicial y lo dejó almacenado durante años hasta que en 1952 Raymond Moss y William Edgemon decidieron comprarlo y llevárselo a Florida.
Tras su ensamblaje, el templo volvió a cambiar de manos un par de veces. Hoy en día se le conoce como la Iglesia de St. Bernard de Clairvaux (ubicada al norte de Miami Beach) y los propietarios lo anuncian como el edificio más antiguo del hemisferio occidental.
St Bernard de Clairvaux
(Os dejo enlace a un foro de debate muy interesante en el que precisamente se están tratando estas cuestiones sobre patrimonio, muy bien ilustrado con otros casos similares y con una completa información sobre este monasterio:
http://www.urbanity.es/foro/viajes-ciudades-y-naturaleza-inter/15731-patrimonio-espanol-por-mundo.html)

Cierto es que 1925 es una fecha que afortunadamente nos queda muy lejos en materia de patrimonio, sin embargo nos puede ayudar a entender cómo obras de esta envergadura pueden residir en manos privadas e incluso yacer a miles de km de su lugar de origen totalmente descontextualizadas (véase el Metropolitan cloister: http://www.metmuseum.org/visit/visit-the-cloisters )


De no haber sido por ese reportaje en una revista de decoración, el claustro hubiera continuado al alcance de unos pocos privilegiados. En espera de las conclusiones del estudio y de su valor patrimonial, es un bien que pasa a estar custodiado por nuestras administraciones y que en caso de venderse nuestro país tendrá preferencia en el derecho de tanteo antes de que semejante obra pueda salir de España, al fin y al cabo es NUESTRO patrimonio no?
Finalizando con la última cuestión y partiendo de que aquello que se desconoce, por una cuestión obvia, no se puede proteger, considero que aunque se está haciendo mucho en materia de patrimonio queda aún mucho camino por recorrer....tenemos cada vez más conciencia de su valor e importancia, no obstante son muchos los factores a tener en cuenta para que nuestro patrimonio esté protegido y sea accesible a todos y también son muchos los medios necesarios para ello....
Por el momento insólitos descubrimientos como este siguen sorprendiendo y permiten que el interés en nuestro patrimonio siga creciendo y generando debate, en definitiva, que siga enriqueciéndose!


Algunas de las fotos publicadas del claustro de Palamós, que todo sea dicho está en muy buen estado de conservación.



Fotografías de su montaje en 1959








Y os dejo las últimas hipótesis sobre el famoso claustro: 
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/06/16/actualidad/1339867675_985667.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario